Proyecto de vida, aportando a mi sentido de vida.
El neurólogo, psiquiatra, filósofo y sobreviviente del “Holocausto” (exterminación judía por Hittler), fue el autor del libro El hombre en busca del sentido, donde nos dejó muchas de sus frases para reflexionar, entre ellas, “…el sentido de la vida, no es algo que se descubre, sino algo que se crea…”, es decir, debemos los seres humanos, ser creadores de circunstancias y acciones en nuestra vida para dar un sentido a la misma.

Victor Frankl
Pero, ¿qué es el sentido de vida? “…es un procedimiento detalladamente elaborado que indica hacia dónde se pretende ir, con qué recursos se cuenta y las estrategias a seguir para conseguirlo, partiendo de la consciencia de lo que significa ser humano la identificación de las habilidades y capacidades personales y sociales e involucra la potencialización de las mismas…”. (Lucrecia G. Flores, 2014)
Si nos centramos en la adolescencia, misma que abarca entre los 10 y 19 años de vida, la toma de decisiones no es la más competente en aspectos de búsqueda de información, evaluación, establecimiento de metas adaptativas, el pensamiento a mediano y largo plazo, entre otras, según Gambara y González, 2004.
Aun y cuando en las instituciones académicas se les brinda la información en relación con la oferta académica y se les proporcionan algunas herramientas psicométricas para elegir carrera, es un conjunto de factores los que intervienen en la toma de decisiones de lo que se convertirá en su futuro académico y laboral.
Factores como la economía, el entorno social cercano con antecedentes laborales y profesionales, la situación socioemocional de la familia y el o la adolescente, la salud integral, la autoestima, la autopercepción académica y personal, etc., serán influyentes en el proyecto de vida a elegir si es que se logra desarrollar.
Cuando no existe un equilibrio en lo anterior, se volverá más complejo -pero no imposible- el crear un plan de carrera.
Pero ¿por qué es importante el plan de carrera?, Viktor Frankl planteó, que cuando un ser humano no tiene un propósito por el cual levantarse todos los días, la vida se volverá cada vez más pesada, por ello, se debe crear el propósito, tomar la decisión a actuar y no sólo esperar a que llegue.

Cuando las distintas esferas de vida de un ser humano, específicamente de un adolescente, se vuelven caóticas, inciertas, se vuelve vulnerable a que su salud mental prevalezca. Pero como mencioné antes, la misma adolescencia, no permite tomar decisiones a tiempo, no existe la capacidad suficiente para investigar ni elegir lo que se desea en el futuro. Por ello, nuevamente sugiero, seremos los adultos cercanos, autoridades, padres y madres de familia, docentes, etc, quienes debemos brindar ese equilibrio en su entorno, esas herramientas para crear el futuro que ellas y ellos mejor consideren, volvernos a la vez, en espectadores que acompañan en el proceso, respetando y validando sus decisiones.
Dijo Victor Frankl en su discurso en los campos de concentración nazi, “…en la medida en que un individuo no pueda ver, no pueda encontrar ningún propósito en su sufrimiento ciertamente estará propenso a entrar en desesperanza y bajo ciertas condiciones, al suicidio”.
Por ello, la gran importancia de acompañar eficaz y eficientemente a infancias y adolescencias, para el desarrollo de adultos plenos.
FUENTES:
(Lucrecia G. Flores, 2014)
(Armendariz Guerrero Delia, 1996) (Centro Costarricense logoterapia y análisis existencial, 2024)